Empezamos el día mucho antes que de costumbre. A las cinco de la mañana estaba el equipo desayunando. Con muchas ganas de comenzar y con las tripas revueltas por los nervios, nos dirigimos al Cobo Centre.
Al llegar tuvimos una pequeña reunión y una charla sobre cómo afrontar la jornada. Con emoción nos dirigimos al stand para descubrir que ya había gente esperando para poder escuchar nuestras explicaciones y preguntarnos todo tipo de dudas.
Dos horas después nos encontrábamos delante de las salas con nuestro material de presentaciones para defender nuestros proyectos ante el jurado. Nos sorprendió el pequeño espacio que teníamos, pero pronto nos adaptamos y encontramos la forma de sentirnos cómodos y divertir y explicar nuestros proyectos.
El primero fue el proyecto científico. Nuestra Hidrobola despertó interés desde el momento en el que la pusimos en la mesa. Los jurados disfrutaron mucho de la presentación y en cuanto acabó, empezaron a bombardearnos con preguntas. A cada nueva pregunta, dos o tres miembros respondían y compartían sus conocimientos.
La siguiente fue la Defensa del robot. Con todos nuestros tanques ocupando la mesa empezamos a hablar de nuestro diseño, nuestra programación, el proceso de creación y el de depuración… Los jueces se quedaron admirados y no paraban de sacar fotografías y tocar los tanques y los núcleos.
La última de las presentaciones fue la del proyecto de valores. Entramos dispuestos a divertirnos y conseguir que el jurado lo hiciera con nosotros. Y lo conseguimos. Aunque al principio nos propusieron una prueba que no pudimos superar, quedaron admirados del trabajo en equipo, nuestra organización y las aportaciones de cada uno de los miembros.
A cada momento nuestra ilusión y alegría aumentaba, pero, por desgracia, esto no duro mucho. Con los robots en mano nos dirigimos a la mesa donde realizaríamos nuestra primera ronda no oficial del robot en toda la competición. Después de esperar un largo rato llegaron al fin los dos minutos y medio de tensión, pero también de diversión. Fue al final de la ronda cuando nos llegó la terrible noticia. Una jueza nos comentó que incumplíamos una norma. Parece ser que, según esta regla, todos los objetos recogidos en la mesa y que luego se fueran a trasladar a otro lugar de esta debían de poder ser extraídos por los jueces fácilmente y sin forzar el robot. Por desgracia, varios de nuestros tanques llevaban objetos en lugares difícilmente accesibles.
La noticia nos bajó mucho los ánimos, pero decidimos hacer las otras dos rondas no oficiales mientras pensábamos en las posibles soluciones.
Tras darle muchas vueltas, decidimos no rendirnos y seguir esforzándonos. En cuanto se cerraron los stands volvimos rápidamente al hotel. Nos organizamos. Tomamos todas las decisiones. Convertimos el comedor en un pequeño taller y nos pusimos manos a la obra. Tras varios intentos y pruebas fallidas conseguimos ir sacando poco a poco las soluciones a los problemas. No nos queríamos rendir.
Juntos hemos logrado superar este nuevo contratiempo, porque… WE ARE A GREAT TEAM!!!
Con energías renovadas y ganas de demostrar que las dificultades nos hacen más fuertes fuimos a descansar.
Mañana lo vamos a intentar. Deseadnos suerte.