Comenzamos el día como siempre. Una ducha caliente, un par de gofres y cargar las cosas en los coches.
Todos estábamos impacientes por saber los resultados de nuestro trabajo, pero tendríamos que esperar, ya que la entrega de premios era a las 2 de la tarde (hora de Detroit).
Mientras esperábamos a la ceremonia, estuvimos en el stand mostrando los proyectos a los nuevos visitantes que venían a ver el último día de torneo. Muchos se quedaron maravillados, otros sacaron un montón de fotos y otros no paraban de coger nuestras chapas, pulseras, pegatinas… Además, aprovechamos para sacarnos fotos con otros equipos y participantes del torneo.
A media mañana se hizo entrega de las medallas. Uno a uno todos los equipos fueron subiendo a una pequeña tarima y recibiendo sus medallas. La más bonito fue que, con forme iban recogiendo las medallas, los equipos iban formando un pasillo para chocar y felicitar al resto por haber llegado tan lejos.
Después de la entrega de las medallas, el resto de equipos comenzó a recoger sus stands y esperar a la ceremonia de premios, pero nosotros no. Nosotros seguimos en el stand porque todavía se acercaban algunos curiosos. Y esto no nos molestó en absoluto. Estábamos encantados de seguir compartiendo nuestros conocimientos con el resto de personas.
Hacia la una nos fuimos a comer unos bocatas, mientras que un pequeño grupo volvía al hotel para guardar los robots, los materiales de presentaciones y las Hidrobolas.
A la hora de la ceremonia nos dirigimos al salón donde se llevaría a cabo. Con música a todo volumen y muchos nervios fuimos sentándonos en nuestros asientos. La espera nos pareció eterna, pero al fin salieron los presentadores y dio comienzo la entrega de premios.
Poco a poco fueron entregando premios a los distintos equipos, y, de pronto, dijeron el nombre. La pantalla se encendió mostrando el ganador del primer puesto de «La innovación y estrategia»; ¡FSIngenium Team! Habíamos ganado un premio del robot. Emocionados y felices subimos a la tarima y recogimos el trofeo. Posamos contentos frente al photocall y nos volvimos a sentar para continuar viendo la entrega de premios.
Aunque no conseguimos ningún premio más, nos sentíamos felices y orgullosos de todo este año de duro trabajo.
Acabada la ceremonia salimos del Cobo Centre y nos despedimos de el por última vez, pero antes de volver al hotel, nos subimos a un tren en las alturas para ver la preciosa ciudad de Detroit desde otra perspectiva.
Una vez de vuelta al hotel leímos las rúbricas de evaluación y nos sentimos todavía más orgullosos. Habíamos sacado todo cuatros (la nota más alta) y solo tres treses. Esto significaba que teníamos grandes proyectos, habíamos sabido defenderlos y los jurados reconocían nuestro esfuerzo y trabajo.
Cansados pero contentos nos fuimos a cenar unas hamburguesas.
Luego nos fuimos pronto a la cama para poder descansar.
Este torneo nos ha servido para aprender muchas cosas, para mejorar y para demostrar, tanto al resto de personas como a nosotros mismos que, pese a las adversidades y contratiempos de última hora, somos un equipo capaz de superarse a si mismo en todo momento.
Gracias por acompañarnos en nuestro viaje, aunque esto no termina aquí, porque vamos a seguir compartiendo nuestro trabajo y el año que viene volver con la mismas ganas e ilusión.